miércoles, 18 de abril de 2012

Frases de Jesús a Sor María Faustina Kowalska

"Hija Mía, necesito sacrificios hechos por amor, porque sólo éstos tienen valor para Mí. Es grande la deuda del mundo contraída Conmigo, la pueden pagar las almas puras con sus sacrificios, practicando la misericordia espiritualmente." (Diario #1316, p. 471)

"Si el alma no practica la misericordia de alguna manera no conseguirá Mi misericordia e el día del juicio. Oh, si las almas supieran acumular los tesoros eternos, no serían juzgadas, porque su misericordia anticiparía Mi juicio." (Diario #1317, p. 472)

"Oh alma sumergida en las tinieblas, no te desesperes, todavía no todo está perdido, habla con tu Dios que es el Amor y la Misericordia Misma. Alma, escucha la voz de tu padre Misericordioso." (Diario #1486, p. 522)

"Has de saber hija mía, que mi corazón es la Misericordia misma. Desde este mar de Misericordia las Gracias se derraman sobre el mundo entero. Ningún alma que se haya acercado a Mí ha partido sin haber sido consolada. Cada miseria se hunde en mi Misericordia y de este manantial brota toda Gracia salvadora y santificante..." (Diario # 1777, p. 626)

"Mi corazón se alegra de este título de misericordia. Proclama que la misericordia es el atributo más grande de Dios. Todas las obras de Mis manos están coronadas por la misericordia." (Diario #300 p.153)

"Ésta es la hora de la gran misericordia para el mundo entero. Te permitiré penetrar en mi tristeza mortal. En esta hora nada le será negado al alma que lo pida por los méritos de Mi Pasión." (Diario #1320, p.472)

"A las tres, ruega por Mi misericordia, en especial para los pecadores y aunque sólo sea por un brevísimo momento, sumérgete en Mi Pasión, especialmente en Mi abandono en el momento de Mi agonía." (Diario #1320, p.472)

"Aun si un alma estuviese en descomposición como un cadáver y humanamente sin ninguna posibilidad de resurrección y todo estuviera perdido, no sería así para Dios: un milagro de la Divina Misericordia resucitaría esta alma en toda su plenitud. ¡Infelices los que no aprovechan de este milagro de la Misericordia Divina! ¡Lo invocaran en vano, cuando sea demasiado tarde!." (Diario #1448, p.510)

"Los dos rayos significan la Sangre y el Agua. El rayo pálido simboliza el Agua que justifica a las almas. El rayo rojo simboliza la Sangre que es la vida de las almas...Ambos rayos brotaron de las entrañas más profundas de Mi misericordia cuando Mi Corazón agonizante fue abierto en la cruz por la lanza. Estos rayos protegen a las almas de la indignación de Mi Padre. Bienaventurado quien viva a la sombra de ellos, porque no le alcanzará la justa mano de Dios." (Diario #299, p.153)

"La humanidad no conseguirá la paz hasta que no se dirija con confianza a Mi misericordia. Oh, cuánto Me hiere la desconfianza del alma. Esta alma reconoce que soy santo y justo, y no cree que Yo soy la Misericordia, no confía en Mi bondad. También los demonios admiran Mi justicia, pero no creen en Mi bondad." (Diario #300, p.153)

"¡Cuánto deseo la salvación de las almas! Mi querida secretaria, escribe que deseo volcar mi Vida Divina en las almas humanas y santificarlas, con tal de que quieran recibir mi Gracia. Los más grandes pecadores podrían alcanzar una gran santidad si solamente tuvieran confianza en mi Misericordia. Mis entrañas están colmadas de Misericordia, que es derramada sobre todo lo que he creado. Mi delicia consiste en el obrar en las almas de los hombres, llenarlas con mi Misericordia y justificarlas. Mi Reino en la tierra es mi Vida en las almas de los hombres." (Diario #1784, p. 628)

"Reza incesantemente este Rosario que te he enseñado. Todo aquel que lo rece se hará acreedor a la Misericordia a la hora de la muerte...Los Sacerdotes lo recomendaran a los pecadores como última tabla de salvación. Hasta el pecador mas empedernido, si lo reza una vez tan solo, recibirá la Gracia de mi Misericordia infinita. Deseo que todo el mundo conozca mi Misericordia. Quiero conceder gracias inauditas a aquellos que confíen en mi Misericordia. (Diario #687, p. 290)

"A las almas que recen esta coronilla, Mi Misericordia las envolverá en vida y especialmente en la hora de la muerte." (Diario #754, p. 310)

"A través de ella obtendrás todo, si lo que pides está de acuerdo con Mi voluntad." (Diario #1731, p. 608)

"Oh que enorme caudal de Gracias derramaré sobre las almas que recen esta coronilla: las entrañas de mi Misericordia se enternecen por aquellos que rezan la coronilla. Anota estas palabras, hija mía, habla al mundo de mi Misericordia. Que toda la humanidad conozca mi insondable Misericordia. Es la señal de los últimos tiempos, después de ella vendrá el día de la justicia. Cuando todavía queda tiempo, recurran al manantial de mi Misericordia; que aprovechen de la Sangre y el Agua que brotó para ellos." (Diario # 848, p.338)

" Mi Misericordia es mas grande que tus miserias y de aquellas del mundo entero. ¿Quién ha medido mi bondad? Por ti he bajado del cielo a la tierra, por ti me he dejado poner en la Cruz, por ti he permitido que fuera abierto con una lanza mi Sagrado Corazón y he abierto para ti una fuente de Misericordia. Ven y toma de las Gracias de esta fuente con el recipiente de la confianza. No rechazaré jamás un corazón que se humilla, tu miseria será hundida en el abismo de mi Misericordia." (Diario #1485, p. 521)

"...aquellos que proclamarán mi gran Misericordia. Yo mismo los defenderé en la hora de la muerte, como mi Gloria aunque los pecados de las almas fuesen negros como la noche, cuando un pecador se dirige a mi Misericordia, me rinde la gloria más grande y es un honor para mi pasión. Cuando un alma exalta mi Bondad, entonces Satanás tiembla y huye a lo más profundo del infierno." (Diario #378, p. 186)

"Mi Corazón está colmado de gran Misericordia por las almas y sobre todo por los pobres pecadores. Oh si pudieran comprender que Yo soy para ellos el mejor de los padres; que para ellos ha brotado de mi Corazón Sangre y Agua, como de un manantial desbordante de Misericordia; que para ellos vivo en el Tabernáculo y como Rey de Misericordia deseo colmar a las almas de Gracias, pero no quieren aceptarlas. Ve tú por lo menos lo más seguido posible a tomar las Gracias, que ellos no quieren aceptar y con esto consolarás mi Corazón..." (Diario #367, p. 178)

"De todas mis llagas, como de arroyos, fluye la Misericordia para las almas, pero la Llaga de Mi Corazón es la fuente de la Misericordia sin límites; de esta fuente brotan todas las Gracias para las almas. Las llamas de mi compasión me consumen, deseo derramarlas sobre las almas de los hombres." (Diario #1190, p.431)

"Deseo unirme a las almas humanas. Mi gran deleite es unirme con las almas. Has de saber, hija Mía, que cuando llego a un corazón humano en la Santa Comunión, tengo las manos llenas de toda clase de gracias y deseo dárselas al alma, pero las almas ni siquiera Me prestan atención, Me dejan solo y se ocupan de otras cosas. Oh, qué triste es para Mí que las almas no reconozcan al Amor. Me tratan como una cosa muerta." (Diario #1385, p. 492)

"Oh, si los pecadores conocieran Mi misericordia no perecería un número tan grande de ellos. Diles a las almas pecadoras que no tengan miedo de acercarse a Mí, habla de Mi gran misericordia." (Diario #1396, p. 496)

Texto tomado del "DIARIO: La Divina Misericordia en mi alma." Editorial de los Padres Marianos, Stockbridge, Massachuesetts, 1996.

Extraído de www.aciprensa.com

martes, 17 de abril de 2012

Sobre la lucha espiritual (La Divina Misericordia)

(Diario 1760 – 1779) Sor Faustina kowalska.

Hija Mía, quiero instruirte sobre la lucha espiritual.

• Nunca confíes en ti misma, sino que abandónate totalmente a Mi voluntad.
• En el abandono, en las tinieblas y en diferentes dudas recurre a Mí y a tu director espiritual, él te responderá siempre en Mi nombre.
• No te pongas a discutir con ninguna tentación, enciérrate inmediatamente en Mi Corazón y a la primera oportunidad, revélala al confesor.
• Pon el amor propio en el último lugar para que no contamine tus acciones.
• Sopórtate a ti misma con gran paciencia.
• No descuides las mortificaciones interiores.
• Justifica siempre dentro de ti la opinión de las Superioras y del confesor.
• Aléjate de los murmuradores como de una peste. (120)
• Que todos se comporten como quieran, tu compórtate como Yo exijo de ti.
• Observa la regla con máxima fidelidad.
• Después de sufrir un disgusto, piensa qué cosa buena podrías hacer para la persona que te ha hecho sufrir.
• Evita la disipación.
• Calla cuando te amonestan;
• no preguntes la opinión de todos sino de tu director espiritual; con él sé sincera y sencilla como una niña.
• No te desanimes por la ingratitud; no examines con curiosidad los caminos por los cuales te conduzco.
• Cuando el aburrimiento y el desanimo llamen a tu corazón, huye de ti misma y escóndete en Mi Corazón.
• No tengas miedo de la lucha a menudo el solo valor atemoriza las tentaciones, y no se atreven a atacarnos.
• Lucha siempre con esta profunda convicción de que Yo estoy a tu lado.
• No te dejes guiar por el sentimiento, porque él no siempre está en tu poder, todo el merito está en la voluntad.
• Depende siempre de las Superioras en las cosas más pequeñas.
• No te hago ilusiones con la paz (121) y los consuelos, sino que prepárate a grandes batallas.
• Has de saber que ahora estas sobre un escenario donde te observan la tierra y todo el cielo, lucha como un guerrero para que pueda concederte el premio; no tengas mucho miedo, porque no estás sola.
• Quiero que seas como un oficial entrenado en la lucha que, entre el estruendo de las balas, sabe dar órdenes a los demás. Igualmente tu, hija Mía, entre las más grandes dificultades, has de saber dominarte y que nada te aleje de Mi, ni siquiera tus caídas.

lunes, 16 de abril de 2012

Comentario al salmo 31 de Orígenes

Siete modos de perdón de los pecados


El primer modo de remisión es por el bautismo.

El segun­do, por el sufrimiento del martirio.

El tercero, el que se concede por la limosna, pues dice el Salvador: «Sin embargo, vosotros dad limosna, y he aquí que todas las cosas son limpias para vosotros».

El cuarto modo de remisión de los pecados tiene lugar cuando nosotros también perdo­namos los pecados a nuestros hermanos. Y así Nuestro Señor y Salva­dor dice que «si perdonáis a vuestros hermanos de corazón sus peca­dos, también a vosotros os perdonará vuestro Padre los vuestros; y si no perdonareis de corazón a vuestros hermanos, tampoco os perdonará vuestro Padre», y por eso en el Padrenuestro se nos enseñó a decir: «Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden».

El quinto modo de perdón de los pecados es cuando alguien con­virtiere al pecador del error de su vida. Así dice la Escritura divina que «quien convierte al pecador de su mala vida, salva su alma de la muer­te y cubre la muchedumbre de sus pecados» (St 5, 20).

El sexto modo de remisión se realiza por la abundancia de la caridad, como también dice el mismo Señor: «En verdad os digo que se le perdonan muchos pecados porque ha amado mucho» (Lc 12, 17), y el apóstol San Pedro dice: «Que la caridad cubre multitud de pecados» (lP 4, 8).

Existe todavía el séptimo modo de remisión de los pecados, aunque duro y laborioso, por medio de penitencia, cuando el pecador riega con lágri­mas su cama y le sirven de alimento día y noche y cuando no se avergüenza de someter al juicio del sacerdote del Señor su pecado y buscar medicina, según lo que está escrito: «Dije: Confesaré al Señor mi peca­do y tú perdonaste la impiedad de mi corazón»


(Sal 31, 5) (Orígenes, en Lv 2, 4).


Fuente: http://www.pastoraldeldiezmo.com/content/view/21/54/#Siete%20modos%20de%20perd%C3%B3n%20de%20los%20pecados;%20el%20tercero,%20la%20limosna.

lunes, 9 de abril de 2012

La misericodia de Dios es gratuita, no la merecemos.

La paradoja en ocaciones entra en la vida y te golpea con la ironía de una situación sin salida. El camino que tomes tendrá un costo inmenso y errático, como ocurre en las tragedias griegas: No puedes ganar. Sin embargo, en éstas, al igual que en la vida, lo que ocurre es producto de la hybris u orgullo del protagonista. Toda tragedia es desencadenada por causas originarias en sí mismas, en una concatenación de la famosa ley de causa-efecto, el hecho de que todo lo que siembras cosecharás. Pero en la tragedia, la hybris es castigada sin misericordia y ejemplificadoramente.
El protagonista es el primer luchador, el 'protos' o más importante agonista, luchador sufriente.
No obstante, la vida no es una tragedia griega como tampoco una comedia bizantina. Porque la famosilla ley de causa-efecto tiene una ley superior a la que subordinarse, que es la ley de la misericordia. El que siembra misericordia, recoge la misma, seguiríamos. Sin embargo, existe la misericordia gratuita de la Gracia de Dios, a la que podemos invocar y acogernos como lo hizo el ciego Bartimeo en Jericó. Misericordia que no es producto de ser perdonados conforme nosotros mismos perdonamos, ser amados en la misma medida que amamos. Es un amor inconmensurable y no retribuible en su inmensidad, pues es inmerecido, solo buscado y pedido con las entrañas y a gritos. Aquel que se acoge a la Divina Misericordia del Corazón de Jesús nunca será defraudado sino llenado hasta más allá del colmo de la medida. El único requisito es un corazón contrito y humillado. Una conversión verdadera y profunda.
No existe límite a la Misericordia Divina, no existe límite al amor de Jesús. Su misericordia no es merecida sino gratuita para los que se acogen a ella con un corazón sincero.
No importa la situación en que estés, "gime como pobre delante de Dios y él no dejará que tus gritos caigan en el vacío", dijo el Padre Pío.

domingo, 1 de abril de 2012

Como superar una ruptura de amor


Nadie desea enamorarse para que después la persona amada se vaya con otra o para que deje de retribuir ese amor. Nadie se casa esperando que el matrimonio dure un tiempo solamente para luego separarse. Pero estas situaciones ocurren a menudo en la vida. Por motivos que podemos justificar o no, la otra persona puede dejar de querernos.
Si se han compartido muchos momentos de felicidad, la pérdida de la persona amada es devastadora.
Muchas personas intentan a cualquier precio recuperar a la persona amada. Esto puede conducir a humillaciones y a menoscabo de sí mismo. Este tipo de comportamiento no sólo consigue recuperar a la persona, sino que muy por el contrario, la aleja más todavía. Es posible que vuelva temporalmente, pero casi con toda seguridad volverá a irse después de provocar más sufrimiento todavía.
Para que una relación sea madura, estable y constructiva, ambos deben desear libremente tenerla.
Ante situaciones de alejamiento o separación hay solamente dos alternativas. Seguir humillándose o tratar de rehacer la vida.
La mayor felicidad está en tener a alguien a quien amar, antes que ser amado. Como ambos sucesos de dan simultáneamente, hay confusión en esto. Se piensa: “soy feliz porque el/ella me quiere”. Pero en realidad, debería decir: “soy feliz porque tengo a quien amar”. Darse cuenta de esto es un paso para la sanación. Es posible que sea difícil que alguien me quiera, pero hay en el mundo más de seis mil millones de personas que necesitan que las amen.
Así pues, es conveniente buscar actividades en las cuales puedas volcar tu amor hacia la comunidad, hacia otras personas. Seguramente tienes cualidades, talentos y dones que puedes compartir con los demás, llevándoles felicidad y atención. El trabajo remunerado te dará de comer, pero el servicio altruista sana y alimenta tu espíritu.
Después de haber hecho un esfuerzo razonable por recuperar a la persona que amas, vuelca tu esfuerzo en tener amigos y amigas, sin buscar futuras parejas, sino que simplemente por cultivar la amistad. Procura interesarte en los demás sinceramente y busca actividades a compartir.
Cualquier día puede suceder que una de esas personas amigas se va transformando en tu nueva compañía en la vida. Cualquier día comenzarás a amar nuevamente y te darás cuenta que allí está la felicidad, que puedes ser más feliz que antes incluso, porque ahora hay más experiencia y madurez.
Nunca podrás olvidar a alguien, porque todo queda registrado en el fondo de tu mente. Recuerda a las personas que no están contigo en los momentos agradables que compartieron, no las culpes ni las reproches, ya que esto no te sirve para nada. No rehuyas el recuerdo de aquella persona, porque mientras más tratas de olvidarla, más se hace presente en tu mente. Si te encuentras con esa persona, enfréntala de manera natural, sin reproches ni exigencias. Si aquél restaurante te la recuerda, no huyas de él, sino que lleva a tus nuevas amistades a compartir allí mismo. Así el restaurante quedará asociado a otras personas. Hazlo así con todos los lugares que compartían.
Todas, todas las personas a quienes las dejó una persona amada, con el tiempo conocen a otra y vuelven a ser más felices. Esto sucede porque vuelven a amar. Esto sucederá contigo y mientras más pronto te liberes de culpas, remordimientos y miedos, más rápido sucederá contigo.
Después de este proceso liberador encontrarás un nuevo amor. Y a veces, en algunos pocos casos, te reencontrarás con tu amor anterior. Si ambos tuvieron un proceso de madurez, es posible rehacer una relación bajo nuevos términos. Pero si no sucede, bien también, porque tú habrás madurado y evolucionado encontrando otros amores en tu vida.
Fuente: www.mensajespositivos.net