domingo, 11 de marzo de 2012

Soneto

Soneto (Francisco Luis Bernandez 1900-1978)

Si para recobrar lo recobrado
debí perder primero lo perdido,
si para conseguir lo conseguido
tuve que soportar lo soportado,

si para estar ahora enamorado
fue menester haber estado herido,
tengo por bien sufrido lo sufrido,
tengo por bien llorado lo llorado.

Porque después de todo he comprobado
que no se goza bien de lo gozado
sino después de haberlo padecido.

Porque después de todo he comprendido
que lo que el árbol tiene de florido
vive de lo que tiene sepultado.

viernes, 2 de marzo de 2012

Las miserias temporales

Jesucristo:

1. Hijo, yo bajé del Cielo por tu salvación; abracé tus miserias, no por necesidad, sino por la caridad que me movía, para que aprendieses paciencia, y sufrieses sin enojo las miserias temporales. Porque desde la hora en que nací, hasta la muerte en la cruz, no me faltaron dolores que sufrir. Tuve mucha falta de las cosas temporales; oí muchas veces grandes quejas de Mí, sufrí benignamente sinrazones y afrentas. Por beneficios recibí ingratitudes, por milagros, y por la doctrina reprensiones.

El Alma:

2. Señor, si Tú fuiste paciente en tu vida, principalmente cumpliendo en esto el mandato de tu padre, justo es que yo, miserable pecador, sufra con paciencia según tu voluntad, y mientras Tú quisieres, lleve por mi salvación la carga de una vida corruptible. Pues aunque la vida presente se siente ser pesada, ya ésta se ha hecho por tu gracia muy meritoria, y más tolerable y esclarecida para los flacos por tu ejemplo y el de tus Santos. Y aun de mucho más consuelo de lo que fue en tiempo pasado, bajo la ley antigua, cuando estaba cerrada la puerta del cielo, y el camino parecía tan obscuro, que eran raros los que tenían cuidado de buscar el reino de los cielos. Pero aun los que entonces eran justos y se habían de salvar, no podían entrar en el reino celestial hasta que llegase tu pasión, y la satisfacción de tu sagrada muerte.

3. ¡Oh! ¡Cuántas gracias debo darte, porque te dignaste demostrarme a mí y a todos los fieles, el camino derecho y bueno de tu eterno reino! Porque tu vida es nuestro camino, y por la santa paciencia vamos a Ti, que eres nuestra corona. Si Tú no nos hubieras precedido y enseñado, ¿quién cuidaría de seguirte? ¡Ay! ¡Cuántos quedarían lejos y muy atrás, si no mirasen tus heroicos ejemplos! Si con todo eso aún estamos tibios, después de haber oído tantas maravillas y lecciones tuyas, ¿qué haríamos si no tuviésemos tanta luz para seguirte?

(La Imitacion de Cristo. Tomas de Kempis)

jueves, 1 de marzo de 2012

Revelaciones de Jesus a Sor josefa Menendez



25 de Agosto de 1920
“Déjate en Mis Manos… No Me importan tu pequeñez y tu flaqueza; lo que pido es que Me ames y que lo ofrezcas todo para consolar Mi Corazón. Quiero que sepas cuánto te amo y qué tesoros te reserva Mi amor”.

“Quiero que descanses sin miedo en Mi Corazón. Míralo y verás que ese fuego es capaz de consumir todo lo imperfecto que hay en ti. Abandónate a Mi Corazón y no pienses más que en darme gusto”.

“Quiero que Me lo ofrezcas todo, aún lo más pequeño, para compensar el dolor que Me causan las ofensas de las almas”.

8 de Septiembre de 1920
“Nada temas… No me abandones. ¡Son tantas las almas que huyen de Mí! Déjame, al menos, morar en la tuya y complacerme en ella”.

4 de Octubre de 1920
Jesús muestra Su Corazón herido a Sor Josefa y dice:

“Mira en qué estado las almas infieles dejan Mi Corazón… Ignoran el amor que les tengo; por eso Me abandonan. Pero tú, ¿no querrás cumplir Mi Voluntad?”

8 de Noviembre de 1920
“No Me resistas, humíllate, que Yo te buscaré en tu nada para unirte a Mí”.

19 de Noviembre de 1920
“Un solo acto de amor, cuando te sientes desamparada, repara muchas ingratitudes de otras almas. Mi Corazón los cuenta y los recoge como bálsamo precioso”.

29 de Noviembre de 1920
“¿No sabes que Soy el dueño de tu corazón y de todo tu ser?”

26 de Enero de 1921
“El alma que ama desea sufrir, y el sufrimiento aumenta el amor. El amor y el sufrimiento unen el alma estrechamente con Dios hasta hacerla una misma cosa con El”.

6 de Febrero de 1921
“Estas heridas Me las causa el desamor de los hombres que, como locos, corren a su perdición”.

8 de Febrero de 1921
“¡Cuántas almas se condenan! Pero un alma fiel repara y obtiene misericordia para muchas ingratas”.

9 de Febrero de 1921
“El amor que tengo a las almas es tan grande, que no puedo contener la llama de Mi ardiente caridad”.

12 de Febrero de 1921
Sor Josefa escribe: me hallaba ante el Sagrario en oración y empecé a pedir por mi madre y mis hermanas. Me llegué a entristecer por ellas y pensaba lo que haría si estuviese a su lado… Confieso que en aquel momento no contaba bastante con Dios. De pronto se presentó Jesús, con el Corazón abrasado lleno de majestad, y en tono de reprensión me dijo:
-tú sola, ¿qué podrías hacer?
Y señalándome Su Corazón:
-fija Aquí tu mirada.
Y se fue.

20 de Febrero de 1921
Durante la Santa Misa, después de la Consagración, Jesús se presenta hermosísimo a Sor Josefa, y le dice:
“Dime, Josefa, ¿qué Me vas a ofrecer por las almas que te he confiado? Colócalo en la Llaga de Mi Corazón para que reciba un valor infinito”.

21 de Febrero de 1921
“Te quiero tan olvidada de ti misma y tan abandonada a Mi Voluntad que no te pasaré la más mínima imperfección sin avisarte. Debes tener siempre presente tu nada y Mi Misericordia. Sabré sacar tesoros de tu humildad: no lo olvides”.

24 de Febrero de 1921
“Mañana ofrecerás a Mi Padre todas tus acciones, unidas a la Sangre que derramé en Mi Pasión. Procurarás no perder un momento la presencia Divina, alegrándote, en cuanto te sea posible, de lo que hayas de sufrir. Piensa todo el día en las almas… en los pecadores… Tengo sed… sí, tengo sed de almas”.

24 de Febrero de 1921
Jesús dice a Sor Josefa:
“El mundo no conoce la Misericordia de Mi Corazón. Quiero valerme de ti para darla a conocer… Te quiero Apóstol de Mi bondad y de Mi Misericordia”.

14 de Marzo de 1921
Jesús dice a Sor Josefa:
“Recuerda que tu nada es el imán que atrae Mis miradas”.

15 de Marzo de 1921
Acabando de comulgar y pidiendo una vez más perdón a Nuestro Señor, pasó, como un relámpago, por delante de Sor Josefa y le dijo: “El amor todo lo borra”.

17 de Marzo de 1921
“Aquel día te llamé y, desde entonces, no te he abandonado ni un momento. Te he cuidado con amor y no me he separado de ti. ¡Cuántas veces hubieras caído a no haberte sostenido Yo! Hoy te digo de nuevo: quiero que seas Mía… que Me correspondas… que Me seas fiel…”.

“Yo haré todo el trabajo, tú nada tienes que hacer sino amar y abandonarte. No te importe tu nada, ni tu debilidad, ni aún tus caídas. Mi Sangre todo lo borra. Bástate a ti saber que te amo. Abandónate”.

22 de Marzo de 1921
“¿No sabes lo que está escrito en el Santo Evangelio? Pedid y recibiréis”.

23 de Marzo de 1921
Jesús dice a Sor Josefa: “Hay almas cristianas y muy piadosas, detenidas por un afectillo, un apego, que les impide correr por el camino de la perfección. Si otra alma ofrece sus obras y sacrificios, uniéndolos a mis méritos infinitos, les alcanza que salgan del estado en que están y adelanten en la virtud”.

“Otras almas viven en la indiferencia o en el pecado, ayudadas del mismo modo, recobran la gracia, y se salvan. Otras, y no tan pocas, viven obstinadas en el mal y ciegas en su error. Se condenarían, pero las súplicas de un alma fiel consiguen que la gracia toque, al fin, su corazón. Y si su flaqueza es tan grande que han de volver a caer en su vida de pecado, me las llevo a la eternidad, y así las salvo”.

26 de Marzo de 1921
Rogaba yo al Señor que me diese la fuerza de vencerme, pues no sé todavía humillarme como El quisiera”.

Jesús dice a Sor Josefa:
“No te apures, Josefa; si llenas un vaso de agua y echas en él una piedrecita, saldrá un poco de agua. Echas otras y sale un poco más. Pues así, a medida que Yo voy entrando en tu alma te vas desocupando de ti, pero esto se hará poco a poco”.

29 de Marzo de 1921
Jesús dice a Sor Josefa:
“Mi Corazón encuentra consuelo perdonando. No tengo más deseo que perdonar, ni mayor alegría que perdonar. Cuando, después de una caída, un alma vuelve a Mí, es tan grande el consuelo que me da, que casi resulta para ella un beneficio, porque la miro con particular amor”.